Los canjes son los mecanismos habituales en el contexto actual. El acuerdo entre las partes asegura buenas inversiones.
El actual mercado de bienes raíces revela nuevos dinamismos que se suscitan en el interior de las empresas desarrollistas constructoras. De algún modo hay que suplir la falta de crédito, así que las empresas se entrenan en nuevos roles, como la de convertirse en financieras (si se permite el término).
Hoy, una compraventa de inmuebles se concreta luego de dilatadas negociaciones entre inversores y consumidores finales, quienes buscan resguardar sus activos o acceder a su vivienda, respectivamente. Por su parte, las empresas que construyen buscan vender sus productos; por ende, no queda otra que sentarse a evaluar alternativas.
En consecuencia, la compraventa de un inmueble se ejecuta de manera personalizada con cada cliente. Por suerte, hay mucha voluntad de ambas partes en un mercado que sigue traccionando.
En este sentido, Mariano Britos, titular de Britos y Asociados, señala: “Hoy, el canje para los desarrollistas inmobiliarios se ha tornado una herramienta fundamental. No es tan habitual el canje en cereales o granos, aunque existen empresas intermediarias que se encargan de recibir granos del productor, incluyendo su transporte y acreditando el valor en la cuenta de la desarrollista, incluso las retenciones de IVA y haciendo que el productor tenga ahorro de gastos bancarios”.
Otros mecanismos en crecimiento son los fondos de inversión. Hay modelos que admiten la participación de inversores minoristas y mayoristas. Elyon Desarrollistas contará con un proyecto en este sistema. “El desarrollo de la torre Aurus fue seleccionado para incursionar en un fondo de inversión cerrado inmobiliario propuesto por Dracma”, explica Gabriel Teicher, director de la firma.
Bien por bien
Actualmente, un inmueble a estrenar se comercializa en función de la capacidad financiera del cliente. Los consultados concuerdan en que son habituales los planes a medida, entregas mínimas y el resto financiado o con canje.
“Todos estos medios de compra e inversión que intentamos llevar adelante los desarrollistas y los inversores y compradores en este país donde las reglas de juegos cambian permanentemente facilitan los mecanismos de comercialización”, subraya Britos. La desarrollista también adoptó como medio de pago recibir un vehículo, para que en cuatro meses una familia tenga su hogar en un lote del que ya sea propietaria, financiado con créditos que otorga la misma desarrollista (cuya cuota es similar a la de un alquiler).
“Nuestra empresa adoptó la financiación personalizada con cada inversor o comprador”, señala Mariano Britos (titular de Britos y Asociados).
Por su parte, Elyon Desarrollistas ejecuta en la actualidad ocho propuestas de edificios de departamentos, tanto de la línea Faros como los edificios Aviva, que desarrolla en conjunto con la empresa DLR y la mencionada torre Aurus. Todas son aptas para la nueva ley de blanqueo de capitales, canje de cereales y otros modelos.
En definitiva, el mercado inmobiliario y la industria de la construcción continúan desafiando el déficit habitacional, y ahora también la falta de crédito.
“Los edificios que tenemos en ejecución se comercializan con diferentes modelos de financiamiento”, destaca Gabriel Teicher (director de Elyon Desarrollistas).